sábado, 31 de enero de 2015

La DPZ invertirá 200.000 euros en el monasterio de Santa Fe


"La Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) se dispone a invertir 200.000 euros en el entorno del monasterio de Santa Fe, un bien de interés cultural de propiedad privada que se halla situado entre los términos de Zaragoza, Cuarte de Huerva y Cadrete. La inversión forma parte del convenio de barrios rurales con el consistorio de la capital aragonesa, que en estos momentos está ultimando el proyecto para el embellecimiento de la plaza situada delante de las murallas y la entrada principal del complejo monástico.
"La idea es señalizar el monumento, urbanizar la plaza, que ahora mismo es de tierra, y al mismo tiempo dotarla de un quiosco que albergará un centro de interpretación virtual sobre el monasterio", explica Bizén Fuster, diputado provincial y concejal de Cuarte de Huerva, que está detrás de una iniciativa lanzada por la asociación de vecinos de Santa Fe de Huerva, junto con la concejala Leticia Crespo, presidenta de la Junta de Distrito de Casablanca.
La asociación vecinal, que lleva años batallando por mejorar la conservación del monasterio, propuso en su día llevar a cabo una pavimentación blanda de la zona situada enfrente del monasterio, así como la construcción de unas aceras. El quiosco también forma parte de esa petición, así como la instalación de carteles indicadores que faciliten la visita y expliquen las características del edificio y sus dependencias, cuya historia se remonta al siglo XIV.
Asimismo, la propuesta incluía la mejora de la portería del monasterio con el ajardinamiento de dos parcelas, así como la ampliación de la carretera que conduce al cenobio desde la autovía A-23 y la N-330, con la creación de un espacio de aparcamiento. El monasterio de Santa Fe es propiedad de varias personas, una circunstancia que ha retrasado su acondicionamiento. Con todo, a lo largo de los años se ha realizado alguna actuación, como la restauración de la cúpula de la iglesia, que tiene dos propietarios.
El interior del gran patio del monasterio, conocido como el corralón, tiene adosadas varias viviendas habitadas. Se trata sin duda de la parte mejor conservada, pero su aspecto relativamente cuidado contrasta con el abandono del resto del complejo. El cenobio, en cambio, es propiedad de una sola familia.
Curiosamente, el monasterio de Santa Fe ha ido deteriorándose a medida que su entorno se poblaba de chalets y urbanizaciones de unifamiliares. Por este motivo la presión vecinal es cada vez mayor, así como el interés por la historia del recinto, como lo demuestra la creación de la Asociación Cultural Monasterio de Santa Fe de la Huerva." (El Periódico de Aragón)

1 comentario:

  1. Aunque sea un poco largo, merece la pena transcribir el siguiente texto de las conclusiones de la tesis doctoral de Elena Marcén Guillén, «Arquitectura de Museos en Aragón (1978-2013)», disponible en Internet: http://zaguan.unizar.es/record/17202/files/TESIS-2014-101.pdf
    El ámbito rural ha visto surgir en las últimas décadas un muestrario tal de museos, centros de interpretación y exposiciones permanentes que resulta coherente afirmar que, en Aragón, predominan los espacios expositivos de carácter rural. La cantidad de propuestas documentadas (451), se realizan en su mayoría en la primera década del nuevo milenio, al darse una multiplicación espectacular de nuevos centros. Este crecimiento coincide en Aragón con un periodo de euforia económica generalizada que multiplicó las inversiones en materia cultural. El impulso público está detrás de buena parte de los espacios inaugurados en los últimos años, sobre todo a través de las instituciones municipales.
    La proliferación indiscriminada de espacios expositivos en el ámbito rural ha dado lugar a una oferta museística irregular e inconexa, con graves carencias de gestión y en la que no se hace visible una planificación coordinada. Las diferentes instituciones públicas (diputaciones, comarcas y ayuntamientos) se sumaron con entusiasmo a la creación de nuevos centros pensando erróneamente que estos funcionarían como motores de desarrollo por sí mismos, sin apostar al mismo tiempo por otras líneas de dinamización territorial. Multitud de museos y centros de interpretación fueron inaugurados un poco a la ligera, sin que las instituciones promotoras previeran su gestión futura ni tuvieran en cuenta la existencia de propuestas similares en el entorno cercano. Esto ha dado como resultado la repetición de contenidos y enfoques, en algunos casos hasta la saciedad (sobre todo en relación con la temática etnológica), lo que impide configurar una red coherente. La falta de planificación afecta también a la gestión diaria de estos centros del ámbito rural, atenazados por la falta de presupuesto y que sobreviven, en la mayoría de los casos, gracias a la labor de voluntarios que se ocupan de su mantenimiento y apertura al público. El escaso dinamismo de estas propuestas, junto con su reducido horario de apertura (en muchas ocasiones a demanda del visitante) son otras de las consecuencias de la ausencia de previsión evidenciada fundamentalmente por las administraciones públicas.
    Tal y como sucede en el resto del territorio nacional, la realidad aragonesa está marcada por la multiplicidad de denominaciones que presentan los espacios expositivos, sin que parezca existir acuerdo acerca de lo que implica cada una de ellas. El apelativo de “museo” se aplica con demasiada frecuencia a proyectos que no cumplen prácticamente ninguno de los principios esenciales de la institución, pero que recurren a este calificativo en busca de la distinción que aporta. Por otro lado, el surgimiento de nuevas modalidades de espacios expositivos ha dado lugar en los últimos años a muchas otras etiquetas, generalmente asociadas al nombre de “centro” (“de interpretación”, “de visitantes”, “de información”, etc.). Aunque se trata de un tema menor, no es menos cierto que la falta de coherencia en este ámbito dificulta la creación de un abanico museístico eficaz, en el que la denominación transmita de manera explícita la misión del espacio expositivo.

    ResponderEliminar