"Parte de la Historia de Aragón"

A unos diez kilómetros al sur de Zaragoza se alza el monasterio de Santa Fe, que es, junto con el de Veruela, Rueda y Piedra, uno de los cuatro grandes monasterios cistercienses de Aragón. A pesar de tener un esplendoroso pasado, los historiadores afirman que el estado actual es "lamentable". Reclaman una rehabilitación urgente para una construcción que, según el presidente de la Asociación de Vecinos Tomás Pelayo de Casablanca, el historiador Gonzalo Martínez, forma "parte de la historia de Aragón".

Con el objetivo de informar y sensibilizar a todos los vecinos de Santa Fe, Zaragoza, Cuarte y Cadrete de la necesidad de recuperarlo, el sábado 23 de junio se celebrará la III jornada cultural del monasterio.

Otro municipio

El cenobio, cuyo pórtico e iglesia fueron declarados bienes de interés cultural (BIC) en el 1979, se encuentra en el término municipal de Cuarte, pero corresponde a Zaragoza, y concretamente al distrito de Casablanca. Por ello, Gonzalo Martínez lleva desde 1976 intentando que los gobiernos "no dejen de lado" la reforma integral de la construcción arquitectónica.

Para él, la historia del monasterio vivió un momento crucial después de la Guerra de la Independencia "cuando sufrió un saqueo atroz por las tropas napoleónicas". En la última época, desde 1835 (tras la desamortización de Mendizabal y cuando pasó a manos particulares) y hasta la actualidad, ha entrado "en una tremenda decadencia".

Una de las últimas propuestas de Martínez fue la creación, en el 2004, del proyecto instituto de Estudios huervenses--monasterio de Santa Fe para "recuperar la memoria histórica de la comarca". Para cumplir su propósito, enviaron una carta al alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, pero no recibieron respuesta.

Aragón, indica Martínez, le debe al monasterio el árbol de Sobrarbe que aparece en el escudo de la comunidad, el cual creó Gauberto Fabrizio de Vagad, y que "también aparece en el escudo que hay en el monasterio", además de "excepcionales personajes que estudiaron" en el propio centro.

Olvido

Otro historiador del arte como Santiago Ruiz de Temiño destaca que la gran cercanía física entre el cenobio y la capital aragonesa "contrasta de forma significativa con el olvido tan prolongado y la escasa atención que ha recibido". Apunta también Temiño que el estado de la edificación es "ruinoso" y que el hecho de que esté en manos particulares, desde 1835, ha impedido "su normal mantenimiento", y ha acelerado su "degradación y rotura en muchos de sus puntos más críticos y vulnerables".

Para Temiño, la utilización de la iglesia debe acomodarse a las exigencias actuales de nuestra sociedad "ya sean de tipo cultural o más ligadas al uso litúrgico para el que fue concebida". Él será uno de los presentes en la jornada cultural y espera que esta sirva para poner en valor el monasterio y como acicate para que las "iniciativas ciudadanas, propietarios e instituciones públicas o privadas y autoridades políticas competentes lleguen a un acuerdo para su recuperación, conservación y gestión". (Óscar Fernández Civieta. el Periódico de Aragón)

"Los vecinos reclaman la rehabilitación del monasterio"

"Alrededor de 200 personas se congregaron ayer en las inmediaciones del monasterio de Santa Fe para celebrar la III jornada cultural del cenobio zaragozano. Una iniciativa cuyo objetivo principal fue poner en valor esta construcción, sensibilizar a los vecinos y reivindicar su recuperación. Durante todo el día se sucedieron las charlas y los debates acerca de su valor y de la inminente necesidad de ser rehabilitado.

La organización corrió a cargo de la Asociación de Vecinos Santa Fe de Huerva. Su presidente, Narciso Samaniego, apuntó que esta construcción es un símbolo para el barrio y no se puede pemitir "que el emblema sea algo que está en ruinas", dijo.

Samaniego dejó claro que lo que pretenden no es hacer una reforma integral, si no una actuación "coherente y realista". Para él, lo lógico sería mantener lo que hay y se podría hacer "un pequeño auditorio, unas gradas y crear un espacio abierto para exposiciones en la nave central", algo que, explicó, supone "una inversión asumible". Aseguró que las adiministraciones no pueden seguir preguntándose "quién es el responsable o de quién es competencia" y que lo que tienen que hacer "es ponerse a trabajar". Recordó que el monasterio es un lugar importante para los habitantes del barrio y que todos ellos viven ahora en unos terrenos que un día pertenecieron al cenobio.HISTORIA En el acto tuvieron lugar varias charlas, como la de Elena Barlés, titulada La recuperación de un patrimonio: las cartujas de Zaragoza, o la del historiador del arte Santiago Ruiz de Temiño que, bajo el nombre de El real monasterio de Santa Fe: interpretación, divulgación y puesta en valor, puso en relieve los valores "artísticos e históricos" de la construcción y resaltó la singularidad artística de la iglesia, cuya obra, señaló, "fue dirigida por fray Benito Plano en la segunda mitad del S. XVIII".

Ruiz de Temiño explicó que la cultura es un medio reflejo "para conocer y reconocernos en el otro", en este caso, dijo, "en un monasterio cuyas piedras y ladrillos hablan de la comunidad cisterciense que lo habitó desde su fundación hasta su desamortización en 1835". Apuntó que espera que la jornada sirva como acicate para que las "iniciativas ciudadanas, propietarios e instituciones públicas o privadas y autoridades políticas competentes lleguen a un acuerdo para su recuperación, conservación y gestión".


En la jornada participaron, entre otros, Bizén Fuster, diputado de la DPZ, Leticia Crespo, presidenta de la junta de Distrito de Casablanca y María Ángeles Campillos, alcaldesa de Cadrete. Tras las diversas charlas, tuvo lugar una comida de confraternización y por la tarde hubo una mesa redonda y una serie de visitas guiadas al monasterio. Algo que Narciso Samaniego calificó como "histórico" ya que es la primera vez que las puertas del cenobio se abren al público "después de muchos años". (Óscar Fernández Civieta. El Periódico de Aragón)